Desde el principio, desechadas…

El hombre se ha subido al poder

Mientras que la mujer tan capaz como él

lucha por el mismo puesto.

“Tal vez no fue su destino,” dice la incertidumbre

Con mucha pena.

“Es que toma las decisiones en la base de los sentimientos”

Añade la frustración.

Llega el temor para exponer: “la biología tiene razón.”

Sigue: “Es una lástima que la madre no tiene un horario flexible”

Ahora, la mujer se ahoga en sus propias lágrimas… ¿verdad?

No no no.

Ella no se da por vencida.

Se levanta la cabeza inclinada.

El mundo no se va a cambiar, pero la vida la ha cambiado a ella.

Como Becky G., ella tiene “La Respuesta”

Escúchala:

iOye!

La madre también es fuerte.

Es que te regaló la vida cuando tú naciste.

No eres consciente de cuyos sacrificios ocultados

Para que TÚ tengas éxito.

La mujer es la maestra del equilibrio,

La diosa de sabiduría.

Gracias, pero se queda con las pestañas falsas.

Es que se ve bien y lo sabe.

No les pide perdón por tener la empatía,

Por quitar la barrera del corazón

Y traer una mejor perspectiva.

Desde ahora, bien involucradas….

La mujer inspira a la niña con ojos abiertos

Para que entienda las posibilidades infinitas en su futuro.

Moldeada por las experiencias,

La niña se convierte en mujer.

Así, el ciclo se aviva a través de las generaciones.

Cada voz era una súplica ferviente.

Y ahora todas se mezclan y forman una tormenta…

Las paredes se aproximan mientras que

El eco se amplia.

¿Desechadas todavía?

Jaja… ya no.

Armadas con la fortaleza femenina,

es que nadie nos puede negar.